Sabemos que cortarle las uñas a un gato puede convertirse en una escena de acción digna de película. Pero con paciencia, las herramientas adecuadas y una buena actitud, podés lograrlo sin estrés ni arañazos.
Paso a paso para hacerlo sin drama
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Elegí el momento adecuado: Hacelo cuando tu gato esté tranquilo, idealmente después de una siesta o una sesión de mimos.
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Prepará todo antes de empezar: Necesitás un cortauñas para gatos, una toalla (por si hace falta envolverlo), snacks y mucha calma.
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Acostumbralo al manejo de sus patas: Tocá y masajeá suavemente sus patas durante unos días previos para que no lo tome por sorpresa.
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Cortá solo la punta de la uña: Identificá la parte blanca y evitá la zona rosada (la parte viva). Si tenés dudas, es mejor cortar poco.
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Hacelo en etapas si es necesario: No es obligatorio cortar todas las uñas en una sola tanda. Si se inquieta, podés hacerlo en varias veces.
Consejos útiles
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Premialo siempre: Durante o después, su snack favorito puede hacer la experiencia mucho más llevadera.
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Mantené la calma: Tu actitud influye en cómo se siente tu gato. Si estás tranquilo, él también lo estará.
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Pedí ayuda si es necesario: Un veterinario o peluquero felino puede ayudarte si se complica.
Conclusión
Cortarle las uñas a tu gato no tiene por qué ser un drama. Con práctica, paciencia y cariño, podés convertirlo en una parte más de su rutina de cuidado. ¡Y tu sillón (y tus brazos) te lo van a agradecer!